Diario de una ruta en coche por la isla de Mallorca ©
ROADTRIP POR LA ISLA DE MALLORCA
En coche por la Isla de la Calma del Mediterráneo
La Isla Balear de Mallorca, uno de los paraísos en la tierra, aúna esa mezcla de lugar de culto para modernos viajeros en busca de playas idílicas, con las tradiciones más ancestrales preservadas con mimo en sus pueblos interiores, donde sentirás que el tiempo se detuvo. Pueblos de gente amable, cálida y acogedora, pueblos que huelen a flores, bajo un cielo azul infinito que ilumina la isla y sobre un mar transparente que invita a sumergirse en él.
Mallorca es sol y playa, pero también es gastronomía, es fiesta, es cultura, son rincones vírgenes y es un clima mediterráneo inmejorable, y la mejor forma de conocer la isla es recorrerla en coche, sin prisas, con pausa y acercarse a sus recónditas playas y a sus encantadores pueblos para conocer su esencia.
Así que, bajemos la ventanilla, dejemos que el sol y el viento navegue sobre nosotros, pongamos buena música de fondo y todo preparado para disfrutar de la carretera. Comencemos nuestra ruta en coche por Mallorca, que durante 8 días nos llevará por los mejores pueblos y playas de la isla.
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Día 1: Aeropuerto – Es Trenc – Cala Màrmols
El viaje comenzó en el Aeropuerto de Palma, donde alquilamos con el coche con el que nos moveríamos por la isla, y ya que el vuelo había llegado temprano, pues nada mejor que aprovechar el primer día descubriendo uno de los primeros tesoros: la Playa de Es Trenc.
Esta playa ubicada a unos 40 minutos al sur del aeropuerto y cuyo acceso es por una carretera bastante estrecha, pero bien señalizada, que termina en un parking, es absolutamente inigualable: arena fina y blanca, agua cristalina con tonalidades asombrosas y un ambiente divertido para ir tomando el ritmo de la isla.
Nuestro siguiente destino será Cala Màrmols, a media hora por carretera de Es Trenc, hacia el este. Esta pequeña cala, sin ningún tipo de infraestructura es el lugar ideal para olvidarse de todo y sentir en primera persona la paz y la calma del Mediterráneo.
El primer día tocaba a su fin y la primera impresión de Mallorca había sido espectacular. Algo hacía presagiar que este viaje en coche por la isla iba a ser inolvidable.
Día 2 – S´Amarador – Portopetro – Cala Mitjana
El segundo día comenzó visitando uno de los lugares más alucinantes de la isla: la playa de S´Amarador. Sin duda, una de las playas más bonitas y tan mágica, que no hay que fiarse del GPS, ya que es de los pocos lugares que no ubica correctamente.
Después de un baño en la mañana, continuamos la ruta que bordea la costa hacia el norte, llegando a Portopetro, un pequeño pueblo costero y lugar ideal para hacer un alto en el camino y degustar la gastronomía mallorquina en alguno de sus numerosos restaurantes, desde un Tumbet Mallorquín, un rico Pa amb Oli o el famosos frito Mallorquín.
Después de este alto para reponer energías, continuamos hacia el norte por la carretera costera, hasta la pequeña playa de Cala Mitjana, a unos 15 minutos de Portopetro, donde ya pasaríamos el resto del día, antes de volver a pernoctar a Portopetro.
Día 3 – Cala Varqués – Porto Cristo
Media hora hacia el norte por la misma carretera de costa y llegamos a otro de los tesoros playeros de la costa este: Cala Varqués. Para llegar a esta cala, habrá que aparcar el coche en la carretera Ma-4014 y caminar una media hora por un caminito que deriva en esta playa virgen y agreste.
Desde la misma playa, salen varios senderos bordeando la costa por los que se puede llegar caminando a pequeñas calas, donde estarás absolutamente solo con la inmensidad del mar en exclusiva, todo un lujo.
Después de pasar el día en esta cala, seguimos la ruta hacia el norte, para hacer noche en el pueblo costero de Porto Cristo.
Día 4: Cuevas del Drach – Cala Millor
El destino elegido para el cuarto día en ruta es uno de los vestigios naturales más asombrosos de Mallorca, sus mundialmente famosas Cuevas del Drach.
Estas cuevas con más de 2 kilómetros de extensión horizontal y una profundidad que alcanza los 25 metros albergan en su interior uno de los lagos subterráneos más grandes del mundo, el Lago Martel, que además es navegable. Una curiosidad: en el interior de las cuevas se celebran conciertos de música clásica; y una recomendación: es mejor comprar las entradas on-line para asegurarte la hora y evitar las grandes colas que suelen formarse.
Tras pasar la mañana en estas alucinantes cuevas, un buen plan es disfrutar el resto del día por las cercanas Cala Millor, Cala Bona y Sa Coma. Estos enclaves, a pesar de no tener las mejores playas de la isla, son pueblos muy animados, con bastante ambiente, ya que hay mucha oferta hotelera por la zona y buenos restaurantes para degustar una buena paella con marisco, plato bastante habitual y rico en Mallorca.
Día 5: Cala Mesquida-Cala Torta-Capdepera-Artá-Betlem
El quinto día tomamos el coche con dirección a las playas del norte, para comenzar por una de las playas más famosas y quizás por eso algo más pobladas: Cala Mesquida. Esta playa posee una de las aguas más limpias y transparentes de Mallorca, y además destaca por la zona de dunas que la envuelve y protege, otorgándole un aspecto peculiar. Suele ser zona de bastantes vientos, pero aun así es maravillosa.
Muy cercana a ésta y mucho más solitaria, encontramos otra belleza: Cala Torta. A diferencia de la anterior, esta playa es mucho más pequeña y está menos poblada, ya que es más difícil acceder y tiene menos infraestructura que Cala Mesquida, lo que le confiere también más valor, por ser más virgen.
En la misma carretera de acceso a estas playas, es interesante hacer una parada en dos pueblos muy bonitos, como son Capdepera y Artá.
Artá es un pequeño pueblo de menos de mil habitantes y conocido por el recinto amurallado de San Salvador que posee una bonita iglesia de estilo gótico y por su poblado talaótico, donde se localizaron restos arqueológicos del periodo pretalaótico.
Por otro lado, en el cercano pueblo de Capdepera destaca su castillo dentro del recinto amurallado, desde donde, después de subir una tortuosa pendiente, podrás obtener unas vistas impresionantes.
Continuando por la carretera hacia el este, dirección Bahía de Alcudia, llegamos a una de las playas más increíbles de la isla, las Calas de Betlem.
Este conjunto de calas, ubicadas en el pueblo de Betlem, son un conjunto de varias pequeñas playas algunas de arena y otras de roca, con aguas idílicas y donde suele haber poco turismo, por lo que son el lugar ideal para alejarse del bullicio de otras playas. Se puede ir caminando de unas a otras, bordeando la costa en un paseo encantador.
Después de un día intenso, la Bahía de Alcudia será buen lugar para hacer noche y descansar.
Día 6: Alcudia-Cabo Formentor-Port de Pollença-Cala de San Vicente-Pollença
El sexto día de ruta arranca en la imponente Bahía de Alcudia y el primer destino será uno de los iconos de la isla, el Cabo Formentor. La carretera hasta el faro es estrecha y revirada, con unos paisajes impresionantes, pero nada comparable a las imponentes vistas que se obtienen desde el faro. Otra opción interesante es hacer la visita a última hora de la tarde, ya que se puede observar una puesta de sol alucinante.
La Cala de San Vicente, en la misma carretera del faro será un buen lugar para hacer un alto en el camino y pegarse un baño relajante.
Para finalizar el día nos acercamos al Puerto de Pollença, a cenar en alguno de sus restaurantes del paseo de la playa y por último, hacer noche en el cercano pueblo de Pollença.
Día 7: Sierra de Tramutana – Soller – Port de Soller – Fornalutx – Deia – Cala Deia – Valldemossa
Llegaba uno de los días más esperados, porque no todo en nuestro estupendo viaje en coche iba a ser playas. Mallorca destaca también por su orografía, su naturaleza de interior, sus clásicos pueblos y por una Sierra de la Tramuntana con unos paisajes únicos. Además para los amantes de la carretera y la conducción, esta ruta de montaña cercana a la costa es todo un disfrute.
Saliendo de Pollença por la Ma-10, tomamos la carretera dirección al pequeño y acogedor pueblo de Fornalutx. Este pueblecito formado por unas pocas calles adoquinadas, que serpentean la montaña donde crecen unas pocas casas, no tiene mucho más que el encanto de perderse por sus calles y la tranquilidad que transmite su autenticidad, lo cual es mucho.
La siguiente parada será en Sóller, pueblo con historia donde impresiona su iglesia de Sant Bartomeu, y que destaca por sus calles animadas, activas, con vida y donde abundan las tiendas de recuerdos, los restaurantes y los mercados.
Algo muy peculiar y famoso en este pueblo es el tranvía que lo recorre y baja hasta la costa, hasta el Puerto de Sóller, un trayecto muy divertido y bonito.
Y siguiendo por la carretera Ma-10, encontramos una de las joyas de la isla, el pueblo de Deià, uno de los más bonitos de Mallorca y parada obligada en el camino. Este pueblo que trata de trepar una colina es de cuento, por la peculiaridad de su ubicación, por su excelente conservación, por las vistas de la Sierra de la Tramuntana y del mar y por el encanto que posee.
Además desde aquí se accede a otra pasada de playa, Cala Deià, lugar ideal para comer algo en su chiringuito junto al mar, desde donde casi puedes zambullirte en el agua.
Saliendo de Deià hacia el sur, por la misma carretera, hay una parada muy interesante para hacer fotos, el mirador de Sa Foradada.
Para finalizar el día, llegamos a Valldemossa, pueblo de calles empedradas y siempre engalanado por sus habitantes con flores, donde se puede cenar y hacer noche, así como probar su famoso dulce, la Coca de Patata.
Día 8: Palma de Mallorca
Para el último día, como despedida de la Isla nos acercamos a su capital, Palma de Mallorca.
En Palma visitaremos el Castillo de Bellver, la Lonja, La Catedral, subiremos hasta Dalt Murada para tener las mejores vistas del puerto y caminaremos por el Casco Antiguo, por su plaza mayor, por su Ayuntamiento, callejeando por las bonitas calles de la ciudad, antes de poner punto y final a este estupendo viaje.
Nuestro viaje por carretera tocaba a su fin, muchos kilómetros, muchas experiencias y muchos recuerdos imborrables en la retina. Había sido una semana intensa e inolvidable.
Mallorca posee una belleza desconcertante, de esas que te asombra y te plantea dudas sobre el grado de realidad de lo que estás viendo, es sorprendentemente bella e insuperable y un sentimiento de libertad y de felicidad inunda tu cuerpo cuando te recorres uno de los paraísos de mar y playa más incomparables de este planeta.
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30 mayo, 2021 at 13:43
ha sido muy enriquecedor el encontrar tu blog para conocer aun mas rincones de esta preciosa isla del mediterraneo
31 mayo, 2021 at 08:32
¡Muchísimas gracias por tu comentario! 🙂